Sinopsis:
Gideon Cross apareció en mi vida como un rayo en la oscuridad…Era guapo y brillante, imprevisible y sensual. Me atraía como nadie ni nada lo había hecho nunca».Una novela de alto voltaje, provocativa y apasionada que no podrás soltar desde la primera a la última página.No te escondo nada, la nueva y sensual novela que arra sa en todo el mundo, es la primera entrega de la trilogía Crossfire. Con cientos de miles de ejemplares vendidos, el fenómeno no ha hecho más que empezar...
Opinión personal:
Este libro se compara mucho con 50 Sombras de Grey (pero donde este MI CHRISTIAN no entran los demás), pero la verdad es que en lo único en lo que se parece es que follan como conejos, pero por lo demás la trama no es similar, es verdad que Gideon es multimillonario, pero Eva no es virgen, así que no hay punto de comparación.
Empecemos por Eva, Eva es una puta, así de claro lo digo, no busca una relación estable solo quiere sexo, sexo y mas sexo. Es rubia con ojos grises (hija de puta, maldición gitana para ti) y trabaja en la empresa Cross.
Gideon ¡Oh Gideon! con solo decir su nombre un orgasmo se forma en mi boca. Es increíblemente sexy, pelo negro, ojos azules (su mirada penetrante hace que mi chichi empiece a segregar), alto... ¡Vamos que lo ves por la calle y después tu chichi se ha desecado! Ademas hay que añadir que es un puto Dios del sexo, vamos que estoy yo en su cama y no salimos en días. Y tiene una lado sobre protector que hace que tu corazón bombee sangre a mil por hora.
¡Cómo no! Nos queda Carey Taylor, el mejor amigo de Eva. Solo os digo: rubio, ojos verdes y modelo profesional ¿A que os hacéis una idea de lo bueno que esta el muchacho?
Frases:
“—¿Te acuestas con alguien? —¿Por qué quiere saberlo? —Porque quiero follar contigo, Eva, y necesito saber si hay algún obstáculo.”
“—No estoy de humor para usted, señor Cross. —Yo puedo hacer que lo estés. —No estoy interesada. —Nada de mentiras, Eva. Nunca. —No es ninguna mentira. ¿Y qué, si me siento atraída por usted? Supongo que a la mayoría de las mujeres les ocurre lo mismo. Pero no tengo el menor interés en hacer nada al respecto. —La palabra atracción se queda corta para describir... esto. —Creerás que estoy loca, pero para que me desnude e intercambie sudores con alguien, antes tiene que gustarme ese alguien. —No, loca, no. Pero yo no tengo ni tiempo ni ganas de salir con nadie. —Ya somos dos. Me alegro de que lo hayamos aclarado…” (Eva y Gideon)
“Entre nosotros existe una poderosa atracción sexual, pero ninguno de los dos quiere comprometerse. Entonces ¿qué es lo que quieres tú... exactamente? ¿Seducción, Eva? ¿Quieres que te seduzcan?” (Gideon)
“El amor romántico no está en mi repertorio, Eva. Pero sí mil maneras de conseguir que te corras. Déjame que te lo demuestre...” (Gideon)
“—¿Qué cree que vamos a resolver?. —Tus objeciones. Ya es hora de que hablemos de qué es lo que hace falta para que te me pongas debajo. —Un milagro. Su manera de acercarse me parece grosera y ofensiva. —Puede que sea directa, pero es sincera. No me pareces de esa clase de mujeres que quieren sandeces y halagos en lugar de la verdad. —Lo que no quiero es que me traten como si fuera una muñeca hinchable…” (Eva y Gideon)
“—Preciosa y como para echarte un polvo. Te deseo tanto que me hace daño. Estoy a punto de llevarte otra vez al sofá y hacer que te corras hasta que me supliques que pare.” (Gideon)
“—Gideon, ¿estás chiflado?. —¿Lo preguntas en serio?. —Sí, lo pregunto en serio. Mi madre me acosa también y está yendo a un loquero. ¿Vas tú a alguno?. —Por ahora, no, pero tú me vuelves lo suficientemente loco como para que eso esté dentro de lo posible…” (Eva y Gideon)
“—No me tomas en serio. —No he sido más serio en toda mi vida. No sólo tú puedes resultar posesiva; yo soy muy acaparador con lo que es mío…” (Eva y Gideon)
“—Actúas como un demente. —Quizá sea porque me estás volviendo loco, joder. Eres mía. Dime que Cary lo sabe. —” (Eva y Gideon)
“Eva, he debido desearte tanto y tantas veces que, al final, no podías más que hacerte realidad…” (Gideon)
“—Eva, paso una cuarta parte de cada día dentro de ti. Cuando estableces límites fuera, no puedo evitar verlos como algo arbitrario. —” (Gideon)
“Olvidas quién se somete, Eva. Te he dejado el control a ti. Me he doblegado y me he ajustado a ti. Haré lo que sea por tenerte a mi lado y hacerte feliz. Pero no seré manso ni me dejaré dominar. No confundas indulgencia con debilidad…” (Gideon)
También os dejo un vídeo (en el que el tío no le llega ni a la suelo de los zapatos de Gideon) promocionando el primer libro.
Besos y buenos orgasmos Hannah.
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